Hace unas noches me desperté transpirada, habia tenido un día muy complicado en el trabajo, una semana complicada con mi vida, en fin, dilemas varios.
Desde ese día me prometi que cambiaria, me transformaria en una persona normal.
Sí, si la mayoria de mis problemas nacían debido a mi "rareza", a mi tipo de pensamiento, a mi forma de reaccionar, a mi forma de vestir o actuar, me convertiria en una persona "normal" y de esta forma conseguir el eventual fin de mis problemas.
Descubrí que tenia una ardua lucha por delante... tendría demasiadas cosas por cambiar...
Arranqué con lo más evidente, mi vocabulario, pero como cada vez que habro la boca digo alguna ganzada, opté por el silencio. Si no hablo, o digo lo justo, quizá la gente no se de cuenta de lo que soy o lo que pienso.
Seguí con mi aspecto, la gente normal habitualmente se peina, así que, después de 24 años de escaparle al peine, me planté delante del espejo, acomodé mis pelos y los até con una coqueta colita de color negro.
Ya que estabamos también me maquillé, había escuchado por ahí que las mujeres normalmente se maquillan.
Siguiendo con el aspecto, siempre detesté los colores claros y chillones, pero como estamos en verano, varias personas me dijeron que es muy "normal" usarlos. Así que, respiré hondo, muy hondo, y me enfunde en una musculosa blanco ala.
Algunas cosas simplemente no las puedo manejar, así que fuí al doctor (en variadas ocasiones) y les pedí un remedio para cada cosa. Tengo pastillas para la ansiedad, pastillas para las contracturas musculares, pastillas para el sueño, etc etc etc, que logran que tenga un comportamiento extrañamente "normal".
Así, calladita, peinadita, maquillada y vestida con una remera a la moda, salí a presumir mi normalidad por el barrio.
Pero, oh cruel realidad! ilusa yo que creia que así solucionaria mis problemas!
Por 24 hs, me rodee de mis nuevos pares, hablé con ellos, me sentia una mas... normal, una mas de las moscas que rondan las frutas.
Deje de ver a mis amigos, la gente normal solamente se encuentra en las grandes ocasiones, el resto del tiempo se comunica por sms o por msn, son las siglas y no la presencia lo que nos une.
Deje de salir a los boliches de siempre, son para gente rara. Una persona tan normal como yo, va a bailar donde la masa va a bailar, por mas que sea aburrido, por más que no me guste.
Ya no le dedico más tiempo a la lectura, lo normal es salir a ver vidrieras, comprar zapatos bonitos, comprar maquillaje, o ropa linda. Los libros no funcionan para la gente normal.
Deje de pensar, tengo tantas cosas para hacer, que ni siquiera pienso, la gente normal vive de esta forma, además si consideramos normal lo que la masa hace, simplemente tengo que ver lo que hace el resto.
Ya no voy más a mcdonals o a burguer, tampoco pido comida china, las mujeres normales siempre se sienten gordas, por eso, cumplen con estrictas dietas.
Y me convertí en una persona normal... aunque a cada paso me traicione a mi misma.
Amanezco con un ansiolitico esperandomé al lado de la cama todos los días.
Voy maquillada, peinada y callada a todos lados.
Gasto mi plata en ropa y zapatos.
Le cuento mis problemas a mi terapeuta y no a mis amigos.
Cada vez que entro a una farmacia, voy a una balanza, así puedo quejarme de mi misma.
Me arreglé con mi familia, era lo que se esperaba de mí.
Ya no cuestiono a mis jefes, simplemente cumplo con lo que se pretende.
Me siento adormecida todo el tiempo, sin pasiones, ni odios, ni metas, sin pasado,ni futuro. Pero no me preocupo, le pregunte a una de mis compañeras de trabajo que era lo que me estaba pasando y me dijo "no te preocupes, eso es normal"
Buenos Recuerdos
Hay cosas que me hacen sonreir de vez en cuando... uno de mis mejores recuerdos...
He decidido que voy a dejar de mirar el pasado con miedito... mejor recordar una y otra vez aquellas cosas que me hicieron bien... tipo la propaganda de la sopa
Hace varios años, cuando trabajaba en el Hospital San Martín de La Plata era camarera de sala, es decir, mi trabajo consistia en llevarle la comida a los pacientes. Hubo una tarde en particular, cercana a la navidad, en la que me mandan a repartir la merienda a la sala 19, de pacientes clinicos, siempre hubo y habrá todo tipo de enfermedades en esa sala, puntualmente en la cama 5, habia un chico, de 17 años, que por culpa de un accidente de tránsito, tenia una especie de paralisis cerebral, no podía hablar bien, no podía moverse bien, y estaba todo vendado.
Entre a la sala y como siempre, fui para la enfermeria, los enfermeros, antes de que repartiera la comida, tenian que revisar las dietas... uno de los enfermeros (canoso y grandote, pero no me acuerdo el nombre) estaba comiendo budín y por alguna extraña razón que solo Dios sabe, no me quiso convidar...
Agarre la lista de las dietas, el carro grandototote con todas las meriendas y en el medio de la sala me puse a cantar "yo quiero mi pedazo, porque no me lo dan, si yo ya puse plata, y mi pedazo no está"
De la pieza donde estaba la cama 5, sale una mujer bañada en lagrimas, me agarrá del brazo y me dice:"vení, mirá lo que lograste" (ahí caí que estaba cantando en el medio de la sala de un hospital, cosa que habitualmente no se hace, por respeto a los enfermos vió) toda cagada, entré a la pieza y la señora me señala al hijo que, con las vendas en la cara y mucha dificultad para hablar estaba cantando conmigo, yo me quedé paralizada, no sabia si reirme o llorar, con todo el esfuerzo del mundo, el paciente de la cama 5, me dijo que le gustaba más La Renga, que en octubre venia a tocar a La Plata, si yo iba a ir, porque el no iba a poder. Con mi mejor cara le dije que me avisara cuando haya algún recital, que ni bien le den el alta ibamos juntos y el sonriendo me dijo que no, no podia ir conmigo, su novia se iba a poner celosa.
Pasaron un par de guardias más y como al resto de los pacientes, nunca más lo volví a ver.
Acordarme de ese chico cantando, creo que es una de las cosas que siempre me hacen sonreir y por ende, me pone feliz. A partir de hoy, solamente voy a almacenar ese tipo de recuerdos.
Saludos a todos!
He decidido que voy a dejar de mirar el pasado con miedito... mejor recordar una y otra vez aquellas cosas que me hicieron bien... tipo la propaganda de la sopa
Hace varios años, cuando trabajaba en el Hospital San Martín de La Plata era camarera de sala, es decir, mi trabajo consistia en llevarle la comida a los pacientes. Hubo una tarde en particular, cercana a la navidad, en la que me mandan a repartir la merienda a la sala 19, de pacientes clinicos, siempre hubo y habrá todo tipo de enfermedades en esa sala, puntualmente en la cama 5, habia un chico, de 17 años, que por culpa de un accidente de tránsito, tenia una especie de paralisis cerebral, no podía hablar bien, no podía moverse bien, y estaba todo vendado.
Entre a la sala y como siempre, fui para la enfermeria, los enfermeros, antes de que repartiera la comida, tenian que revisar las dietas... uno de los enfermeros (canoso y grandote, pero no me acuerdo el nombre) estaba comiendo budín y por alguna extraña razón que solo Dios sabe, no me quiso convidar...
Agarre la lista de las dietas, el carro grandototote con todas las meriendas y en el medio de la sala me puse a cantar "yo quiero mi pedazo, porque no me lo dan, si yo ya puse plata, y mi pedazo no está"
De la pieza donde estaba la cama 5, sale una mujer bañada en lagrimas, me agarrá del brazo y me dice:"vení, mirá lo que lograste" (ahí caí que estaba cantando en el medio de la sala de un hospital, cosa que habitualmente no se hace, por respeto a los enfermos vió) toda cagada, entré a la pieza y la señora me señala al hijo que, con las vendas en la cara y mucha dificultad para hablar estaba cantando conmigo, yo me quedé paralizada, no sabia si reirme o llorar, con todo el esfuerzo del mundo, el paciente de la cama 5, me dijo que le gustaba más La Renga, que en octubre venia a tocar a La Plata, si yo iba a ir, porque el no iba a poder. Con mi mejor cara le dije que me avisara cuando haya algún recital, que ni bien le den el alta ibamos juntos y el sonriendo me dijo que no, no podia ir conmigo, su novia se iba a poner celosa.
Pasaron un par de guardias más y como al resto de los pacientes, nunca más lo volví a ver.
Acordarme de ese chico cantando, creo que es una de las cosas que siempre me hacen sonreir y por ende, me pone feliz. A partir de hoy, solamente voy a almacenar ese tipo de recuerdos.
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